Para empezar a contar mi historia en el Desarrollo Personal y la Psicoterapia, debo remontarme hasta mi madre. Enfermera de profesión, desarrolló un cáncer cuando yo era muy pequeño. Eso marcó su vida y desde luego la mía. Se trataba de un tumor cerebral muy agresivo, pero lo superó.
La historia de mi madre es una historia de superación.
En las historias clínicas de neurocirugía el caso de mi madre figura como “remisión espontanea”, pero yo sé que no tuvo nada de espontaneo. Durante treinta años la vi trabajar a diario con alimentación, fitoterapia, auto-hipnosis y relajación. Y esta maquinaria terapéutica era movida por una energía amorosa: la motivación de criar a sus hijos junto a su marido.